Tipos de rampas portátiles y sus usos.

Hoy en día, por suerte, las rampas de acceso son un elemento cada vez más extendido en nuestra sociedad. Son más importantes de lo que parecen sobre todo para usuarios con limitaciones de movilidad, en silla de ruedas o cochecitos de bebés.

Algunos edificios y construcciones más antiguas no cuentan con rampa de acceso, pero con una rampa portátil pueden ofrecer comodidad a sus usuarios sin tener que hacer una rampa de obra.

Las rampas están muy recomendadas por ejemplo a la hora de subir un escalón de poca altura, ya que es una solución rápida, segura y además está homologada.

También contamos con las rampas de carga, un elemento que no nos puede faltar a la hora de hacer una mudanza o transladar equipos pesados en furgonetas o camiones. Nos ayudarán a disminuir la carga de trabajo y hacer que el proceso de carga sea más sencillo.

Pero, ¿qué es exactamente una rampa?

Las rampas son plataformas fabricadas con materiales resistentes como el acero o el aluminio. Pueden variar su capacidad de carga pero normalmente ronda entre los 600 y 1500 kilos y dimensiones entre 80 y 135 centímetros de ancho. Muy importante es su superficie que se fabrica con materiales antideslizantes para que cuando las cosas se carguen no se deslicen y se haga menos fuerza.

Las rampas suelen tener apoyos a través de 3 puntos con soportes que se posicionan automáticamente y una columna telescópica. A esto hay que sumar la apertura auxiliar que tiene un sistema de rotación vertical y un dispositivo para bloquear.

La cuestión es cómo elegir una rampa que pueda cubrir todas nuestras necesidades… para ello hay varios aspectos que tenemos que tener en cuenta. El primer punto a tener en cuenta es asegurarnos de adquirir una rampa con una inclinación proporcionada con la altura del escalón. Lo recomendable que por cada 10 cm de altura, la rampa mida 1 metro de longitud.

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Además podemos dividir las rampas en varios tipos:

– Rampas de doble ráil:

Son rampas fabricadas en aluminio y pueden ser fijas o plegables para poder quitar y guardar una vez se haya utilizado. Las rampas de doble raíl están diseñadas para que cada una de las ruedas de la silla de ruedas vaya por uno de los raíles.

Antes de utilizarla, debemos asegurarnos de que la rampa está bien fijada y que, en caso de que los raíles estén separados, se encuentran a una distancia adecuada para que las ruedas circulen de manera correcta y no se produzcan accidentes.

– Rampas enrollables:

Estas puede que sean las rampas más cómodas para viajar  ya que se guardan y se transportan de manera muy fácil. Al ser enrollables ocupan muy poco espacio y suelen ser muy ligeras.

– Rampas plegables

Otra solución a la hora de viajar son las ramplas plegables. Puedes encontrar desde rampas ligeras fabricadas en aluminio hasta rampas más resistentes de acero.  La mayoría de estas rampas se cierran en forma de maleta y suelen incorporar un asa para llevarlas fácilmente.

– Rampas telescópicas

Ideales para furgonetas o camiones, ya que al ser retráctiles ocupan poco espacio pero suelen ofrecer más altura que otras rampas.

Ventajas y desventajas de las rampas para carga

En primer lugar, estos tipos de accesorios son muy útiles para las personas en sillas de ruedas o cochecitos de bebés como indicábamos al principio, pero también para cuando se quieran transportar cosas pesadas de un lugar a otro. Solamente hay que instarlas en el vehículo y desplegarlas cuando se comience con la actividad. A través de las rampas móviles para furgonetas se pueden montar cosas pesadas sin tener que hacer fuerza y de una manera muy cómoda.

También son muy prácticas para otras actividades diarias como el transporte de cosas pequeñas o para una actividad en donde se necesite constante acarreo de objetos. Y lo mejor es que se pueden llevar en el vehículo.

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