Cómo manipular la leña para obtener el mejor resultado para nuestra chimenea.

Llega la época de cortar leña para empezar a disfrutar de nuestras estufas y chimeneas, hoy te desvelamos las claves para obtener una combustión eficaz y generar la mayor cantidad posible de calor.

Lo primero que tenemos que hacer es elegir la leña adecuada. A la hora de cortar leña lo ideal son árboles saludables y que no estén podridos, y no debe ser una leña ni dura ni blanda, un término medio será lo más conveniente.

La leña dura es muy buena proporcionando calor, como el haya o el abedul, pero las altas temperaturas pueden llegar a dañar o quemar nuestra estufa. La leña blanda de árboles como abetos o pinos tiene menor valor como combustible, apenas nos proporcionará calor. Lo recomendable es mezcla de leñas, blandas y duras.

¿Sabías que…?

• Una leña demasiado húmeda,  se quemará con mayor dificultad, emitiendo menos calor en su combustión.
• Una leña demasiado seca, tenderá a quemarse más rápido, con lo que se desperdiciará gran cantidad de calor.

Hay una elementos que influyen de manera considerable en el nivel de humedad de la leña:

– El corte de la madera.

– Dividir la leña.

– El almacenado de la leña.

– El secado de la leña.

CORTE DE LA MADERA

Para cortar la leña tenemos que elegir la herramienta adecuada haciendo siempre un uso adecuado de la maquinaria. También debemos prestar atención a la ropa y a los complementos que usamos al cortar la leña. Es importante utilizar un equipo de protección personal, como casco, orejeras, gafas protectoras o ropa y calzado diseñado para este tipo de trabajos, que incorporan elementos de protección y seguridad.

Lo más aconsejable es que la madera sea cortada en invierno. En este periodo es cuando la savia ha descendido y la madera estará menos húmeda. En verano, por el contrario, los árboles están repletos de savia, con lo que la madera está mucho más húmeda, con lo que tardará mucho más tiempo en secarse.

Los árboles se cortan en inverno, la madera se divide en primavera, se seca la leña hasta el invierno siguiente que es cuando se puede quemar. Con lo que, cuando se procede de esta manera y la madera ha sido correctamente almacenada, nos aseguramos de que la leña está en las mejores condiciones para ofrecernos un rendimiento óptimo.

Si no disponemos de espacio propio de almacenamiento podemos optar por comprar la leña con un año de antelación, utilizando para quemar la comprada el año anterior, de esta manera se le da a la leña un año para secarse, teniéndose siempre a punto y sirviendo como manera de ahorrar al comprar por volumen.

COMO DIVIDIR LA LEÑA

Lo mejor para dividir los leños en dos es un hacha. Para trabajos pequeños un hacha de división funcionará perfecto.

Para trabajar correctamente en la división de leños, necesitaremos una superficie elevada para apoyar las piezas y cortarlas. Cuando trabajamos con un hacha no debemos hacer demasiada fuerza, dejemos que el peso del hacha trabaje solo, así también evitaremos lesiones.

Cuando trabajemos con leños de volumen más grandes, el hacha se nos quedará pequeña y tendremos que recurrir a una motosierra.

ALMACENADO DE LA LEÑA

Mientras la leña se está secando, debe estar almacenada en un lugar aireado y a cubierto de la lluvia, para garantizar la evacuación de la humedad.

Si la almacenamos en el exterior se debe cubrir un plástico o lona impermeable pero, colocándola de tal manera que el aire pueda circular, teniendo siempre la precaución de que la leña no entre en contacto nunca con el suelo.

Si preferimos almacenarla en el interior, debemos asegurar un sistema de deshumidificación y de flujo de aire que, por un lado permita el secado y por otro evite el enmohecimiento. También es importante controlar la posible aparición de insectos que puedan atacar a la madera almacenada.

SECADO DE LA LEÑA

Cuando tengamos la leña perfectamente cortada, dividida y almacenada, ésta necesitará entre 6 y 8 meses para secarse. Esto quiere decir que la madera que se tiene lista para secar a principios de la primavera, estará lista para darnos el mejor rendimiento en nuestra estufa o chimenea cuando lleguen los fríos del siguiente invierno.

Es mejor tenerla en alto mientras se seca porque si ponemos la leña en el suelo, está puede absorber humedad del suelo. Debe estar un poco elevada, podemos ponerla encima de unos palets, y la leña cortada no debe estar demasiado junta entre sí, para que le aire pase entre las piezas.

Con estos consejos ya estás preparado para cortar y almacenar tu propia leña y poder disfrutar durante todo el invierno de tu chimenea.

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