Bombas sumergibles para pozos, la alternativa perfecta de ayer, hoy y siempre
Una bomba sumergible pozo es una bomba que tiene un impulsor sellado a la carcasa. El conjunto se sumerge en el líquido a bombear. La ventaja de este tipo de bomba es que puede proporcionar una fuerza de elevación significativa pues no depende de la presión de aire externa para hacer ascender el líquido.
A diferencia de otros tipos de bombas, las bombas sumergibles pozo no dependen de la presión del aire que las rodea, así que pueden impulsar los líquidos a alturas considerables.
Funcionamiento de las bombas sumergibles para pozos
El funcionamiento de las bombas sumergibles para pozo es igual al del resto de las bombas, ya que también pueden convertir la energía mecánica en energía hidráulica. La diferencia es que aquí el motor está sumergido y se acopla directamente a la flecha de la bomba.
Tanto el motor como la flecha están sellados herméticamente. Esta situación podría provocar la elevación en la temperatura de la bomba. Para solucionar este inconveniente, el propio líquido que fluye por la bomba funciona como enfriador.
Para llevar a cabo sus funciones, las bombas sumergibles pozo cuentan con un cuerpo interno formado por difusores e impulsores que pueden fabricarse con acero o termo plásticos. Tanto los difusores como los impulsores serán los encargados de aplicar la presión al líquido y, con esto, conseguir su elevación.
¿Qué bomba sumergible pozo elegir?
Para elegir una bomba sumergible pozo tendremos en cuenta las características de nuestro pozo, y el uso que queremos dar al agua. Estos dos factores serán los que determinarán la elección de la bomba sumergible para pozo adecuada.
Antes de empezar, comentar que estas bombas son para extracción de aguas limpias. Para aguas sucias se utilizarán bombas de drenaje, y se tendrán en cuenta otras características. Después de la aclaración, vamos a elegir nuestra bomba sumergible.
En primer lugar, hemos de tener claro de dónde queremos extraer el agua, las características de nuestro pozo:
– diámetro del pozo, que condicionará el tamaño de la bomba.
– profundidad a la que se encuentra la flor del agua, que es el punto más bajo desde el que llegaremos a extraer el agua. Ese dato es la altura de aspiración de la bomba.
Después, hasta dónde vamos a llevar el agua:
– altura a la que hay que elevar el agua. Esta es la altura de impulsión.
– distancia a la que llevaremos el agua desde la salida del pozo, para determinar la potencia.
Y el rendimiento de la bomba sumergible para pozo:
– caudal nominal, que es la cantidad de líquido que es capaz de bombear nuestra bomba. Elegiremos una bomba que nos dé un flujo de agua adecuado al uso que le vamos a dar (litros/minuto o m3/hora). Tendremos que saber, por ejemplo, si el agua que vamos a extraer es para riego de árboles y el número de goteros que vamos a utilizar, si es agua para una piscina, para un aljibe, etc.
Además de las características técnicas, el precio será un factor a tener en cuenta, pero es recomendable que no sea el que condicione la compra de la bomba. Elige una con un acabado resistente a la corrosión. Las bombas de acero inoxidable, por ejemplo, están diseñadas para durar años sumergidas en el pozo.
Si tienes un pozo de agua funcionando en tu propiedad, una bomba sumergible provee varias ventajas. Una bomba sumergible usa un motor eléctrico, sellado y sumergible para alimentar una serie de impulsores, que envían el agua hacia arriba. Las bombas son de mantenimiento increíblemente bajo, eficientes, y son económicas para pozos con profundidades de 80 pies (24,38 m) o más.
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