Discos para amoladora: elegir el correcto.

Trabajar con una amoladora no es complicado pero, lo complicado es saber elegir el disco de corte correcto. Éste es el responsable de cortar el material de forma adecuada.

Antes de comprar un disco u otro debemos tener en cuenta algunos aspectos que indicamos a continuación:

– Diámetro de la amoladora o radial: hay amoladoras de distintos diámetros (115, 125, 180 y 230 mm). Será clave escoger el disco que se adapte a nuestra amoladora. En el caso de las mini amoladoras, si en el momento de comprar no tenemos claro el diámetro de nuestro disco, debemos comprar el disco de 115, ya que es el pequeño y seguro que se nos adaptará en nuestra herramienta.

– Diámetro interior del disco: es importante el diámetro interior del disco, pero la mayoría de las amoladoras del mercado tienen un eje interior de 22,23 mm.

– Material a cortar y finalidad del trabajo: dependiendo del material donde trabajaremos y si vamos a cortar o desbastar nos decantaremos por un disco u otro.

– Uso que le vamos a dar: hay discos de muchas calidades y precios distintos. Si el uso va a ser ocasional o en trabajos simples escogeremos un disco más económico, que nos suponga la mínima inversión posible. Por el contrario, si el trabajo es más importante en términos de acabado, exigencia, rapidez, etc. o el uso más ocasional nos tiraremos más por un disco de mayor calidad, que nos garantizará una mayor duración y por lo tanto un menor coste por corte.

– Capacidad máxima de trabajo: debemos asegurarnos que la capacidad máxima de trabajo del disco es superior a la capacidad de trabajo de nuestra máquina.

Ahora veamos los diferentes tipo de discos para nuestra amoladora.

Discos para metal

Estos discos, como indica su nombre, sirven para trabajar con metal. Son de color negro y su superficie es áspera y surcada por fibras que son las que le dan elasticidad y rigidez.

Los grandes, para radiales de 230mm, suelen ser sólo para corte y con grosor estándar.

Sin embargo los pequeños son más versátiles y podemos encontrarlos en tres tipos de grosores según su función:

Finos: son unos discos con un grosor muy delgado que permite cortar metal con bastante precisión. El inconveniente es su rápido desgaste.

Medio: también son para corte, aunque ocasionalmente se pueden usar para repasar una superficie oxidada o pintada. Son los más extendidos.

Grueso: son disco para desbarbar, o sea, eliminar los restos que sobresalen de las soldaduras, rebabas que se producen en los bordes de los metales cortados… dado su grueso, prácticamente el doble que el anterior, no se usa para corte, sino exclusivamente para el proceso de desgaste.

Discos para piedra:

Se usan para cortar azulejos, gres, cerámica, ladrillo, teja, mármol, granito…. Dan un corte fino en el sentido que no desportillan demasiado la superficie de corte, pero tienen el inconveniente que se desgastan con relativa rapidez, ya que a medida que van comiendo el material, van desprendiendo pequeñas partículas abrasivas del mismo disco.

Suelen ser de grosor estándar, a diferencia de los de metal. Igualmente, podemos encontrarlos para diferentes tamaños de radiales.

Discos de diamante:

Son discos fabricados en acero y con unas pastillas de diamante en su parte más externa. Se utilizan normalmente para cortar materiales de gran dureza con velocidad y precisión.

Existen una gran variedad de discos según material a cortar, calidad del disco, etc. Debido a esto a veces la elección de un disco de diamante es complicada. Además el precio de los discos de diamante puede variar mucho dependiendo de la calidad del diamante, cantidad y concentración de diamante, altura del segmento, tipo de soldadura, etc.

Los hay de corte en seco y en húmedo. Para las amoladoras se utiliza casi siempre discos de corte en seco. Estos aunque no es necesario también se pueden utilizar con agua, esto será beneficioso ya que el disco se calentará menos, durará más, el corte será más limpio y no haremos polvo. Por el contrario, discos de corte en húmedo no se pueden utilizar nunca en seco.

Los discos de diamante podemos dividirlos en dos subgrupos:

• Discos universales:  Nos permitirán trabajar notablemente sobre los materiales de construcción más habituales.
• Discos para materiales específicos: Son discos especialmente fabricados para cortar materiales específicos como por ejemplo el mármol, porcelánico, etc. Éstos son ideales para el material en concreto ofreciéndonos un acabado y una eficacia superior. Además tienen mucha más durabilidad si se utilizan adecuadamente.

Los discos de diamante pueden tener varios acabados:

• Discos continuos: Son los discos que todo el exterior del diamante es continuo. Se utilizan mayoritariamente para conseguir un mejor acabado en los trabajos que requieren mucha delicadeza en el corte como por ejemplo al trabajar con porcelanatos esmaltados. Con este disco evitaremos que se astille el material durante el corte. Su velocidad de corte es menor.
• Discos segmentados: Son los discos que contienen segmentos separados por espacios. Mediante estos segmentos hay una mayor refrigeración. Gracias a esto, estos discos ofrecen más velocidad de corte, un mayor rendimiento y más duración del disco. Por otro lado, el acabado es más burdo.
• Discos turbo: Son discos con las bandas almenadas. Pueden ser segmentados o no. Se caracterizan por ser un punto medio entre los segmentados y los continuos. Ofrecen una velocidad media con un acabado medio.

No sólo es importante conocer el material a cortar. A la hora de elegir un discos debemos observar la etiqueta de éste, ya que en ella encontraremos toda la información necesaria como el material para el que sirve, diámetro exterior, diámetro interior, grosor, velocidad máxima de trabajo, etc.

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