YA LLEGÓ EL CALOR. CONSEJOS PARA LIMPIAR LA PISCINA.

Se acerca la temporada estival, y con el calor propio de los días de verano comienza la temporada de piscinas, si dispones de piscina en tu jardín y quieres poder bañarte con seguridad, te damos unos cuantos consejos sobre la limpieza de piscinas para que tu piscina luzca siempre perfecta, con agua cristalina y sin suciedad alguna ni algas.

Como en cualquier clase de limpieza, el método preventivo es siempre lo más recomendable, de modo que durante todo ese periodo del año que no utilicemos la piscina lo más adecuado será cubrirla con una lona; en el mercado encontramos prácticos kits de lonas para cubrir piscinas, las cuales incluyen unos sencillos anclajes. De este modo evitamos la acumulación de hojas y cualquier tipo de materia orgánica que pueda estropear el agua.

Es importante tratar de mantener el agua de la piscina de un año para otro, el llenado es proceso largo y con un coste elevado, las piscinas más pequeñas que se venden suelen superar los 8000 litros, de modo que es preferible no tener que llenarlas todos los años. Asimismo, la lona nos ayudará a evitar la congelación de la superficie del agua durante el invierno, lo cual podría causar daños en la estructura de la piscina y devastar los azulejos pudiendo llegar a romperlos.

Pasando al procedimiento de limpieza de la piscina hemos de tener en cuenta que no basta con limpiar la piscina y tratar el agua tan solo cuando empieza el verano, en la limpieza de una piscina es fundamental un trabajo de mantenimiento regular, pudiendo llegar a ser necesario una limpieza a diario, si la piscina se usa mucho.

1La primera limpieza de la temporada ha de ser pormenorizada, debemos lo primero retirar cualquier hoja o suciedad que se haya en la superficie con una red acoplada a un mango telescópico. Posteriormente, trataremos de hacer lo mismo con la suciedad depositada en el fondo, si vemos que hay hojas o incluso algún insecto o pequeño animal que haya podido acabar allí; en las zonas cercanas al campo es usual encontrar pequeños ratones en el fondo de la piscina, ya que se acercan a beber, caen al agua y al no poder salir, se ahogan. Esto puede ser un problema muy serio para nuestra agua, ya que la materia orgánica se descompone y puede estropear el agua rápidamente.

La limpieza del fondo podemos realizarla con un aspirador de fondo o limpiafondos especial para piscinas, existen muchos modelos en el mercado, los más habituales suelen conectarse al propio filtro o depuradora de la piscina y funcionan bastante bien. No obstante, también existen modelos automáticos que limpiarán el fondo de nuestra piscina por sí mismos, aunque estos tienen un coste bastante más elevado.

Una vez hayamos realizado la limpieza de la superficie y el fondo, toca repasar y frotar la superficie con un cepillo de fibras sintéticas, usualmente vienen incluidos en los kits de mantenimiento de piscinas, junto con la red de superficie, el limpiafondos y un mango telescópico al que acoplamos cada accesorio. Frotaremos la superficie para eliminar mecánicamente cualquier suciedad o algas que se hayan quedado adheridas a las paredes, haremos lo mismo con el fondo y un detalle muy importante es repasar igualmente las escaleras de entrada y salida de la piscina, ya que de no hacerlo resultaran resbaladizas y pueden ser causa de un accidente, insistiremos bien en estas zonas para que no quede resto alguno de algas o verdín.

Finalmente, conectamos el sistema de filtración de la piscina y lo dejamos funcionando durante 24 horas 2ininterrumpidamente, de este modo filtraremos cualquier partícula de suciedad que quede en el agua. Este es el momento de medir los parámetros del agua, especialmente controlaremos el pH, en el mercado encontraremos multitud de medidores de pH, debemos escoger uno específico para piscinas, ya que usualmente incluyen instrucciones detalladas sobre el mantenimiento del pH de la piscina, algunos incluso incluyen correctores tanto ácidos como básicos, por si tuviéramos que realizar modificaciones en el pH de nuestra piscina. El valor óptimo de pH para una piscina oscila entre 7,2 y 7,6; cualquier valor alejado de estos parámetros debe ser rectificado antes de bañarnos.

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El último paso consiste en la adicción del cloro, este suele presentarse en bidones o en pastillas que se disuelven lentamente erradicando cualquier bacteria que haya podido proliferar en el agua. Es obligatorio leer bien las recomendaciones del fabricante y respetar el tiempo que el cloro debe permanecer en el agua hasta que el baño sea seguro, igualmente respetaremos la cantidad que hay que añadir por litro, si añadimos demasiado puede causarnos irritación en la piel o en los ojos, pudiendo llegar a ser perjudicial para la salud.

Como último detalle, es destacable decir que actualmente existen piscinas que prescinden del cloro como desinfectante, hay dos tendencias en auge en este campo, la primera es hacer la piscina con agua salada, la sal actúa como desinfectante y la filtración mecánica mediante un skimer retira la suciedad que flota en la superficie. La otra posibilidad consiste en dotar a nuestra piscina de un filtro biológico, mediante el uso de plantas palustres acuáticas que se plantan en una zona de la piscina dedicada exclusivamente a este uso; de este modo convertimos la piscina prácticamente en un estanque natural, donde podrán vivir plantas, peces y anfibios con total normalidad, una alternativa muy ecológica y natural.

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